LA LUCHA ES FUERTE

LA LUCHA ES FUERTE

Mi lucha en contra del cáncer de mama.

 

Una detección a tiempo

Parte 2

El 4 de junio de 1918 marcó un cambio drástico en mi vida, después de leer el diagnóstico, ese día por la tarde fui a entrevistarme con el médico familiar en la clínica 9 del IMSS -omito el nombre, pero bien merece una demanda por negligencia médica; al final del día el mal estaba hecho, la importancia inmediata era ponerme en las manos de los especialistas para el tratamiento correspondiente, de hecho no podía pasar porque no tenía consulta, por  mi obstinada insistencia lo logré.

Llena de sentimientos encontrados y armada de una gran serenidad, ya frente al médico y extendiendo el diagnóstico emitido por el laboratorio particular lo bombardeé a preguntas entre ellas… -Doctor ¿recuerda lo que me dijo en la última consulta? Con movimiento de cabeza afirmó. Seguidamente, frente al monitor del CPU recorrió mi historial, tal vez buscando la respuesta qué darme. Después de diez minutos, al fin otorgó la orden para la mamografía que hacía tres meses le pedí.

Al siguiente día a primera hora me encontraba en la unidad móvil para el estudio correspondiente al término, el radiólogo me dijo que los resultados estarían para dentro de ocho o quince días y si se presentaba una irregularidad me llamarían y debía acudir inmediatamente. Me retiré triste, ya sabía el diagnóstico, solo faltaba el diagnóstico de la clínica.

El lunes inmediato muy temprano recibo la llamada telefónica de la unidad médica era el Junio 9 de 2018, se llenaron los cuestionarios, las órdenes para el Oncólogo que llevaría el seguimiento del tratamiento con el objeto de restablecer mi salud. Desde ese día, empezó mi peregrinar por los pasillos, consultorios y laboratorios del Hospital Regional de Especialidades Vicente Guerrero, para integrar en un mes todos los trámites y requerimientos para programar la operación de mama.